Tiempo y distancia.
No quiero deshojarte
porque no quiero que todo quede vacío
y el olor de los andenes
ya no me diga nada tuyo,
porque no quiero romper
en un segundo
esta sencilla y clara profundidad
que hemos logrado.
(Saber que si me
acomodara a tus entrañas
me dolería mucho,
muchísimo,
no eyacular en ti
y retrasar al hijo que soñamos,
al hijo que, a pesar de todo,
ya es tan ineludible y está tan ramificado
en el amor de los dos... )
¡A todo soy capaz de renunciar
temporalmente
-hasta que llegue la hora de la total realización-
por esta elevada magnitud
de que somos
sustrato,
por este nuestro y abstracto
poder copulativo!