Uno.
Después de recorrido su trayecto
a la noche por fin la tarde llega,
en el cuarto el lecho, y en el lecho
el cuerpo inanimado de la abuela.
¡Cuántos años palpitan insensibles
en sus ojos cerrados, donde ayer
brillaba con la luz de mil candiles
un claro y rutilante amanecer!
El cuarto penumbroso, y en la noche
parecen escucharse extrañas voces
que murmuraran misteriosamente.
Y creo que saturan el momento
fuerzas ciclópeas y amargas... Los silencios
dialogan sobre el tema de la muerte.
Agosto de 1974.